En la «Magia del Gran Reinicio» vimos cómo se fue «conjurando» un movimiento «casual» de recursos hasta coincidir «oportunamente» con el momento histórico que permite tener la «vacuna» que la economía internacional necesita para su curación. Pero va mucho más allá de la economía mundial.

No solo el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) está involucrado hasta el fondo en esta presunta operación de reinicio global (globalista). Cuenta con el respaldo de múltiples organizaciones mundiales, corporaciones transnacionales, bancos centrales, banca privada, instituciones financieras, gobiernos, empresarios multimillonarios, en fin, una larga lsita que incluye a todos los asociados al WEF y, por supuesto, a la prensa. Como cantaban The Beatles: «Con la ayudita de mis amigos».

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Entremos a esa oscura cueva que fue avistada el 18 de octubre de 2019.

Tenemos una emergencia sanitaria en curso desde prácticamente el 1 de enero de 2020, sin exagerar. Por recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (WHO por sus siglas en ingles), los gobiernos del planeta comenzaron a imponer fuertes restricciones a los derechos personales y sociales, según indicaban, por precaución al inconmensurable nivel de contagios que se presagiaban. Y no importaba que las personas sanas tuvieran que ser puestas también en estrictas cuarentenas, con encierros masivos y exagerado uso de mascraillas, por ejemplo.

Esto provocó que la oferta y la demanda de bienes y servicios sufriera un profundo shock, en el cual aún están inmersos a escala global. La llamada pandemia del siglo provocó tantos estragos que ha sido comprada con la Segunda Guerra Mundial. Una catástrofe que ha marcado a millones de personas por el resto de sus vidas.

Depresión: ¿Recuperación o Reinicio?

El 2020 el mundo padece una grave recesión, al borde de la depresión. Sin embargo, la buena noticia es que, gracias a que la infraestructura no sufrió mayor daño, las cadenas productivas y los empleos se pueden reactivar paulatinamente, si y solo si, los gobiernos asumen políticas fiscales que acompañen la «reconstrucción» de la economía local y, acto seguido, internacional. Debería tomar varios años recuperar los niveles del 2019.

Pero el Gran Reinicio implica una patada en el tablero de la economía mundial. Según la Real Academia Española: Reinciar: 1. tr. Volver a comenzar. 2. tr. Inform. Cargar de nuevo el sistema operativo en una computadora u otro dispositivo electrónico.

Curiosamente hace referencia a un dispositivo electrónico. Claro, tenemos el «RESET» en el computador de escritorio o laptop.

El WEF nos está diciendo que reactivar la economía equivale a reiniciar dispositivos electrónicos.

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Podemos salir de esta crisis en un mundo mejor, si actuamos de forma rápida y conjunta, escribe el profesor Klaus Schwab. Los cambios que ya hemos visto en respuesta a COVID-19 demuestran que es posible un restablecimiento de nuestras bases económicas y sociales. Esta es nuestra mejor oportunidad para instigar el capitalismo de las partes interesadas, y así es como se puede lograr, remata Schwab.

¿Quién es el Prof. Schwab?

Muy buena pregunta.

Klaus Martin Schwab (nacido el 30 de marzo de 1938 en Ravensburg, Alemania) es un ingeniero y economista alemán, más conocido como el fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial (WEF).

En 1971, Schwab fundó el European Management Forum, que en 1987 se convirtió en el World Economic Forum (WEF), como una fundación sin fines de lucro, comprometida con la mejora del mundo. El mismo año publicó Moderne Unternehmensführung im Maschinenbau (Gestión empresarial moderna en ingeniería mecánica). En ese libro, argumentó que la gestión de una empresa moderna debe servir no solo a los accionistas, sino a todos los interesados, para lograr el crecimiento y la prosperidad a largo plazo.

En 2011, fundó Global Shapers Community, una red global de comunidades locales, o «hubs», de jóvenes de 20 a 30 años que son excepcionales en su potencial, logros e impulso para hacer una contribución a sus comunidades. A 9 de junio de 2020, hay 421 Hubs con 9,731 formadores.

El Prof. Schwab plantea la agenda del Gran Reinicio con tres ejes principales. El primero para alcanzar mercado hacia resultados más equilibrados. Significa que los gobiernos deben mejorar la gestión, perfeccionar los acuerdos comerciales y crear las condiciones para una «economía de partes interesadas». En un momento de disminución de las bases impositivas y aumento de la deuda pública, los gobiernos tienen un poderoso incentivo para llevar a cabo tal acción.

Además, los gobiernos deben implementar reformas muy esperadas que promuevan resultados más equitativos. Según el país, estos pueden incluir cambios en los impuestos sobre el patrimonio, el retiro de los subsidios a los combustibles fósiles y nuevas reglas que rigen la propiedad intelectual, el comercio y la competencia.

 

El segundo componente de una agenda de Gran Reinicio, garantizaría que las inversiones avancen en objetivos compartidos, como la igualdad y la sostenibilidad. Aquí, los programas de gasto a gran escala que están implementando muchos gobiernos representan una gran oportunidad de progreso. La Comisión Europea, por ejemplo, ha revelado planes para un fondo de recuperación de 750.000 millones de euros (826.000 millones de dólares). Estados Unidos, China y Japón también tienen ambiciosos planes de estímulo económico.

En lugar de utilizar estos fondos, así como las inversiones de entidades privadas y fondos de pensiones, para llenar las grietas del sistema antiguo, deberíamos utilizarlos para crear uno nuevo que sea más resistente, equitativo y sostenible a largo plazo. Esto significa, por ejemplo, la construcción de infraestructura urbana «verde» y la creación de incentivos para que las industrias mejoren su historial en métricas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG).

La tercera y última prioridad de una agenda de Gran Reinicio es aprovechar las innovaciones de la Cuarta Revolución Industrial para apoyar el bien público, especialmente al abordar los desafíos sociales y de salud. Durante la crisis del COVID-19, empresas, universidades y otros se han unido para desarrollar diagnósticos, terapias y posibles vacunas; establecer centros de pruebas; crear mecanismos para rastrear infecciones; y entregar telemedicina.

«Así hablaba Klaus Schwab».

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Entonces, luego de conocer tantas buenas intenciones desde el WEF, ¿por qué se plantea que sufrimos una tragedia tan terrible? Si hasta la misma WHO ha exhibido un lamentable historial de instrucciones, retractos, retornos, una serie de vueltas y medias vueltas acerca de casi todas las medidas que ha sugerido a los gobiernos locales.

Si la WHO no está en buena posición para sugerencias, podemos sospechar que el WEF tampoco parece muy confiable en sus «buenas intenciones» por un mundo mejor (¿para quiénes?).

Otro acto de magia espontánea

El Prof. Schwab ha aprovechado esta «pandemia» para lanzar su visión del Gran Reinicio. También es muy probable que este virus, en caso de ser creado por el hombre, haya sido filtrado deliberadamente desde China por otro grupo de interés, con una agenda personal relacionada con el cambio climático, por ejemplo.

Gente muy poderosa ha logrado cerrar la economía mundial, aumentar las reservas mundiales de petróleo en tres años y destruir más de 300 millones de puestos de trabajo como daños colaterales visibles. Hemos sido objeto de tácticas de miedo masivo, utilizadas incluso por los nazis y los soviéicos para ganar poder. Esta ha sido una enorme agenda de propaganda corporativa y gubernamental para acelerar la reducción de la población mundial.

COVID-19: The Great Reset

El libro de Schwab, «Covid-19: The Great Reset», es claramente de propaganda, porque lo está distribuyendo gratis en kindle.

En términos concretos Klaus Schwab no tiene idea de cómo reconstruir la economía actual, porque ya no se trata de reparar lo dañado. Se trata de terminar de destruir lo destruido y exterminar cualquier vestigio de la economía como la conocemos.

Nuestros antepasados sufrieron la primera Gran Depresión, que duró 23 años durante el siglo XIX. Ese evento recibió el nombre de «Depresión prolongada». Después sucedió la «Gran Depresión de 1929» que finalizó gracias a la segunda guerra mundial. Ambas etapas históricas implicaron un cambio de paradigma, donde el primero siguió a la introducción de los ferrocarriles, que luego desplazó muchos trabajos que involucraban caballos y carros. La siguiente Gran Depresión de 1929 vio el colapso de la agricultura, que había empleado al 40% de la fuerza laboral civil a principios del siglo XX. Con la invención del motor de combustión y los tractores, esto redujo la necesidad de mano de obra. Luego, el Dust Bowl golpeó y elevó el desempleo al 25%. Se necesitó la Segunda Guerra Mundial para restaurar la economía absorbiendo el exceso de mano de obra agrícola y obligándolos a capacitarse, para continuar con una economía basada sobre el Complejo Militar Industrial.

REINICIO EX MACHINA

Hoy, tal como los reconvertidos trabajadores en los aeropuertos, que reparten «flyers informativos» sobre el Sarscov-2, el Prof. Schwab y el WEF, muy probablemente, están haciendo lo mismo: Forzando artificialmente el cambio de paradigma.

La sincronía de los hechos y la profundidad multidisciplinaria se conecta perfectamente con la «acelerada y desesperada» agenda 2030.

Pero el Gran Reinicio tiene mayor oscuridad de la que podemos suponer.