El Fondo Monetario Internacional, o FMI, ha centrado su atención en la moneda digital del banco central de las Bahamas (CBDC), el dólar «Sand», y ha sugerido una mayor supervisión y educación reglamentaria.

Al informar sobre una consulta con la nación caribeña el lunes, el FMI dijo que sus directores ejecutivos «reconocieron el potencial del dólar de arena para fomentar la inclusión financiera» y recomendaron al Banco Central de las Bahamas «acelerar sus campañas de educación y continuar fortaleciendo la capacidad y la supervisión internas». La consulta se aleja en cierto modo de varias advertencias anteriores del FMI a muchos países contra la adopción de activos digitales, pero muchas de ellas no incluían los CBDC.

La recomendación se produjo tras la conclusión de una consulta del Artículo IV en las Bahamas el pasado miércoles. Según el FMI, durante una consulta de este tipo, un equipo de economistas visita un país «para evaluar la evolución económica y financiera y discutir las políticas económicas y financieras del país con funcionarios del gobierno y del banco central».

Además de recomendar la educación financiera del público en Bahamas, el FMI insinuó la importancia de un «sólido marco de supervisión y regulación» para los activos digitales. Durante una entrevista en la conferencia SALT’s Crypto Bahamas en mayo, el Primer Ministro de las Bahamas, Philip Davis, dijo que la región tiene un régimen regulatorio que permitirá a las empresas de criptomonedas operar dentro de su jurisdicción. La oficina de Davis también dijo en abril que el gobierno «permitiría el pago de impuestos utilizando activos digitales» trabajando con el banco central así como con el sector privado.

Hasta la fecha, Bahamas y Nigeria son los dos únicos países que han lanzado oficialmente CBDCs, pero otras naciones, incluyendo China, han estado probando monedas digitales. El viernes, el Departamento Monetario y Económico del Banco de Pagos Internacionales dijo que una encuesta realizada en 2021 a 81 bancos centrales sugería que el 90% estaba «involucrado en algún tipo de trabajo de CBDC», y más del 60% era «probable o podría emitir una CBDC al por menor a corto o medio plazo».