Las red social X lleva tiempos de discordia con el gobierno de Brasil. El problema consiste en que la administración de Lula exige la censura de cuentas de opositores, de cara a las próximas elecciones municipales del 6 de octubre.

El  CEO de twitter, por su parte, ha adoptado una posición de defensa de la libertad de expresión y la ha convertido en un punto de combate firme, asumiendo grandes riesgos con los aparatos estatales de Brasil. Según información proporcionada por el mismo twitter, el juez federal Alexandre de Moraes amenazó a la dirección brasileña de X con arrestarla si no acataba inmediatamente las órdenes de censura del tribunal.

Dada esta delicada situación, las oficinas de X en Brasil se han visto obligadas al cierre inmediato, para evacuar al personal clave de vuelta a la oficina en Austin.

La posición de X es clara, porque no se trata de desobediencia caprichosa. La intención es que los casos en pugna sean discutidos en juicio público, y por tanto, conocidos por la opinión pública.

¿Qué puede continuar para este culebrón digno de la novela «1984»? El tribunal podría pedir que se bloqueen las redes sociales en el país (no solo twitter si es preciso), pero tendrá que explicar la orden a los brasileños.

La actitud totalitaria no es aceptable para el grueso de los ciudadanos.

El tweet de la denuncia

«Anoche, Alexandre de Moraes amenazó a nuestro representante legal en Brasil con arrestarlo si no acatamos sus órdenes de censura. Lo hizo mediante una orden secreta que compartimos aquí para exponer sus acciones. A pesar de que nuestros numerosos recursos ante la Corte Suprema no fueron escuchados, el público brasileño no fue informado sobre estas órdenes y nuestro personal brasileño no tuvo responsabilidad ni control sobre si se bloquea contenido en nuestra plataforma, Moraes optó por amenazar a nuestro personal en Brasil en lugar de respetar la ley o el debido proceso. Como resultado, para proteger la seguridad de nuestro personal, hemos tomado la decisión de cerrar nuestra operación en Brasil, con efecto inmediato. El servicio X continúa disponible para la población de Brasil. Lamentamos profundamente habernos visto obligados a tomar esta decisión. La responsabilidad recae exclusivamente sobre Alexandre de Moraes. Sus acciones son incompatibles con un gobierno democrático. El pueblo brasileño debe elegir entre la democracia o Alexandre de Moraes».

Entonces…

Twitter sigue funcionando en Brasil, pero sin oficinas comerciales y de soporte. Todo será desde la oficina en USA. Esto constituye un precedente acerca de las restricciones a la libertad de expresión, que bien sabemos, se pueden intensificar igual o peor que sucedió con la «crisis de 2020» y su respectiva inyección.

Muchos ya especulan sobre la censura que el Estado de Brasil podría aplicar en el futuro, aduciendo que el Estado debe cuidar a los ciudadanos para que no sufran racismo, machismo y un largo etcétera de derechos que la agenda global repite como un carrusel a todo el mundo occidental. ¿La solución parche? Virtual Private Networks (VPN), por lo menos para reducir un poco los riesgos de totalitarismo estatal.