Revisando Twitter hace pocos días, me encontré con uno de Lunaticoin que llamó poderosamente mi atención. Para todos aquellos entendidos de Bitcoin, sabemos quién es, pero para quienes aún no le conocen, Lunaticoin es uno de los máximos referentes de habla hispana cuyo podcasts de calidad son de los más escuchados por la comunidad. Valga la publicidad, lo recomiendo ampliamente.

Mucho se ha hablado acerca de la factibilidad de que la red de Bitcoin sufra un ataque del 51%. Un ataque de este tipo se define como el momento en el que una entidad controle el 51% o más del poder computacional de la red de Bitcoin. O sea, dispone de más de la capacidad de cálculo que todos los demás mineros y nodos validadores.

Para entrar en materia, posteo el tweet en cuestión:

Evidencias de intenciones del ataque

Para indagar más sobre esta información, tuve que dirigirme a la fuente principal, que es un artículo de la inversionista Lyn Alden en Nostr, en la cual se destaca lo siguiente:

En un pequeño evento de Princeton la semana pasada, entre otros paneles y discursos, Carole House habló sobre la censura de bitcoin.

Ella es la ex directora de seguridad cibernética del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, y antes de eso estuvo en FinCEN enfocándose en las criptomonedas, y antes de eso estuvo en el ejército.

Algunos de sus puntos principales:

-La regulación relacionada con la energía puede impulsar alguna tasa de hash fuera de los EE. UU., mientras que ella preferiría ver más en los EE. UU. para que puedan obligar a los mineros a censurar la red en la capa base. Ella también ve la cooperación internacional como un componente necesario para una censura exitosa. También quiere que los interesados ​​se vean obligados a censurar sus redes PoS (Prueba de Participación).

-No se trata solo de decirles a los mineros que no extraigan ciertas transacciones, sino que ni siquiera construyan sobre bloques que tengan transacciones no conformes, para que esas transacciones no lleguen a ninguna parte de la cadena. Un ataque del 51%, en otras palabras. Su principal preocupación es censurar a estados como Corea del Norte para que no puedan participar en la red.

Existe una tesis que vislumbra la posibilidad del ataque

Complementando esta fuente, Gael Sanchez Smith, un economista y bitcoiner a quien sigo, expuso una tesis bien fundamentada en la que ofrece sus razones por las cuales es posible un control por parte de Estados Unidos del 51% del poder computacional de Bitcoin abordando dos apectos: El técnico y la intervención de la capa social según el Consenso de Nakamoto.

Pueden leer su artículo aquí.

De dicha publicación, y de su tweet, el cual me tomé el tiempo de leer las respuestas al mismo, entendí varios aspectos:

  1. No es necesario que Estados Unidos adquiera ASICS para hacerse con el control del poder computacional. Fuentes indican que en la actualidad Estados Unidos es el país con el mayor poder de hash de la red con un 47.7 %. Por supuesto, son mineros privados quienes ejercen la labor y muchos de ellos cotizan en la bolsa de valores de Nueva York.
  2. Estados Unidos podría promulgar una regulación favorable a los mineros, favoreciendo el incremento en la tasa de hash.
  3. El punto 2 se ve reforzado si otros países como China y la Unión Europea promulgan regulaciones hostiles a la Prueba de Trabajo.
  4. Una vez logrado el objetivo de poseer la mayor parte de la tasa de hash, se declararía la Prueba de Trabajo como una industria de seguridad nacional y entonces se procede a regulaciones de censura (este punto me recuerda, salvando las diferencias, a la Orden Ejecutiva 6102 de Roosevelt y la confiscación del oro físico a los ciudadanos de ese país).

Ataque al Consenso Nakamoto

En cuanto a la alteración de la capa social según el Consenso Nakamoto, Sanchez Smith expone algunas consideraciones (todas ellas válidas) sobre el dilema moral de los operadores de nodos y los poseedores de Bitcoin. Pido encarecidamente que lean su artículo para que se formen un criterio propio.

En primera instancia, los operadores de los nodos de Bitcoin tendrían un dilema sobre qué cadena aceptar: Si es la cadena censora (La cadena que prohibe que se confirmen ciertas transacciones) o la cadena que permite incluso la inclusión de direcciones censuradas.

Esto crea un problema debido a que si el mecanismo de consenso indica que Bitcoin es resistente a la censura, habría un conflicto ético en aceptar o no transacciones censuradas, so pena de si son aceptadas, se promuevan eventos terroristas en el cual pueden perder la vida personas inocentes, entre ellas, niños.

Es probable que haya omitido algunos detalles de la tesis de Sánchez Smith, por eso reitero que revisen su artículo. Tomé lo que a mi juicio son los aspectos más importantes y complementé con el artículo de Lyn Alden, para exponer a continuación si es o no factible un ataque del 51% a la red de Bitcoin.

Bitcoin es la antítesis del control estatal

Con lo que conocemos hasta ahora, no podemos pretender que los gobiernos de todo el mundo, sin excepción, son organismos que de entrada les complazca siquiera la existencia de Bitcoin.

Recordemos que la base del poder del Estado (siendo el gobierno el grupo humano que ejecuta los preceptos del Estado) es el control sobre el suministro monetario de los países, el cual es un instrumento poderosísimo y primordial para proyectar poder, amén del monopolio de la violencia que ejercen a través de sus fuerzas armadas.

El problema es que a estas alturas, a mi juicio, es casi imposible que el escenario del ataque del 51% sea factible. Enfatizo el «casi», porque es un porcentaje y como toda magnitud, puede alcanzarse en un momento determinado, aunque en los años de historia de Bitcoin aún no haya sucedido.

El 51% de poder computacional de Bitcoin es un objetivo en movimiento

El hecho de que en la actualidad esté alojada en los Estados Unidos y Canadá la mayor tasa de poder computacional de Bitcoin, no significa que ese poder computacional no pueda variar.

Cuando China tenía el poder de cómputo mayoritario, también era motivo de preocupación

Existía mucha preocupación al respecto cuando China, un estado aún más autoritario que los Estados Unidos, alojaba el mayor poder de cómputo.

La relativa prohibición del gigante asiático provocó el éxodo de los mineros hacia diversas latitudes, siendo Estados Unidos uno de los lugares en los que se instalaron, además de otras empresas estadounidenses que no han hecho otra cosa sino buscar incrementar ese poder de hash, como por ejemplo Marathon Digital Holdings, reseñada en el artículo de Gael Sánchez Smith.

Cuando en el anterior párrafo dije que la prohibición de China es «relativa»,lo hice con toda la intención de señalar que, a pesar de la supuesta prohibición, fuentes señalan que se sigue minando Bitcoin en China.

Por supuesto, quizá no se dispongan de datos precisos en cuanto a qué poder de cómputo existe ahí, pero por algo se sigue minando en ese país. No sabemos si esas mineras son propiedad del Estado, o si son privadas. Interesante punto a considerar.

Rusia está en la carrera por impulsar un industria minera de Bitcoin

Otro de los países que están en la carrera por incrementar su poder de cómputo en Bitcoin es Rusia. Este país por su ubicación geográfica, clima y grandes recursos energéticos dispone de las condiciones óptimas para ejercer la minería. Aunado a que, por ser un país sancionado por Occidente, no le caería «nada mal» hacerse con un buen hashrate. Algunas fuentes indican que este país es el segundo en el ranking de poder de cómputo de Bitcoin a nivel mundial.

Resalto a estos dos países porque son las potencias que están disputándose con Estados Unidos la hegemonía mundial en estos momentos. La Teoría de Juegos está presente en Bitcoin como tema entre estos países, claramente.

Europa si, aliado pero…¿Es un buen aliado?

Quizá si, haya coordinanción internacional entre Estados Unidos y…¿Europa? Bueno…Lo que el conflicto Ruso-Ucraniano develó es la dependencia energética que ese continente tiene con Rusia, a lo cual sumado a la hostilidad de muchos países europeos con respecto a Bitcoin, no le hace un aliado muy confiable.

En Estados Unidos, los estados de la Unión tienen un cierto poder en sus territorios. En ese sentido, Texas y Arkansas han elaborado legislaciones favorables a la minería y el uso de Bitcoin como dinero. Ahora bien, a nivel federal, recientemente el presidente Joe Biden en el plan del presupuesto para el año 2024 propuso un cobro del 30% de la energía eléctrica para ejercer la minería de Bitcoin. Esto precisamente no es un buen incentivo para operar ASICS

Por otra parte, debido a la falta de una regulación clara por parte de los reguladores, hasta los exchanges están considerando irse de Estados Unidos. Coinbase y Gemini recientemente han colocado algunas operaciones fuera de ese país.

Ahora, imagínense que llegue el gobierno con un listado de direcciones Bitcoin y ordene a los mineros que esas direcciones no deban ser confirmadas. Es difícil controlar una red que el gobierno de Estados Unidos NO creó, a diferencia del sistema financiero tal como lo conocemos cuya punta de lanza es el dólar estadounidense y claramente controlan.

En todo caso, el poder de cómputo de la red de Bitcoin no es un objetivo estático: Los mineros, sean privados o más aún, gobiernos que podrían impulsar la minería, ejercerán sus labores en lugares donde abunden recursos energéticos abundantes y en donde la legislación les sea favorable.

Consecuencias

Emitir un decreto de «seguridad nacional» por parte de Estados Unidos para después pasar un listado de censura de direcciones, a mi juicio, es matar a la minería de Bitcoin en ese país. No digo que no puedan hacerlo, pero deberían medir las consecuencias: Un minero menos en ese país, es un minero más para otro país.

La cuestión de los incentivos en el comportamiento humano

Comparto completamente lo dicho por Sánchez Smith en el sentido de que los incentivos humanos van más allá de los monetarios, y que los Estados a veces son actores irracionales.

No obstante, esto no significa que los incentivos monetarios no sean poderosos. Desde mi perspectiva, la industria minera tiene fines de lucro: Si un minero o un nodo validador se pone a cavilar el uso que cada usuario le da a Bitcoin, entonces cabría pensar en el hecho de que un banquero se cuestione al sistema fiat debido al uso que hace de ellos, por ejemplo, un cártel de drogas.

El dinero es sólo una tecnología

Ni el oro, ni Bitcoin, ni niguna moneda fiduciaria va a impedir las decisiones que respecto a su uso le den los seres humanos. La bondad, como pudiera ser hacer un donativo a un hospital oncológico, o la maldad que presupone el terrorismo son cuestiones éticas ajenas al dinero como tecnología.

Quizá el hecho de que Estados Unidos desee hacerse con el poder hash para ejercer censura en la red, de poder efectuarse, tenga similitudes con tener  la capacidad de congelar fondos similar al congelamiento que se le hizo a las reservas internacionales de Rusia en febrero de 2022: En ese caso, los dólares sí son creados por la Reserva Federal, y el sistema financiero en la actualidad es controlado por ellos, qué duda cabe.

Quizá desde otra perspectiva sería deseable hallar formas más eficaces de combatir el terrorismo y los diversos males que aquejan a la humanidad. Pero…más bien si esta es la manera, veo que se destruiría una tecnología que tiene más beneficios que perjuicios en su propuesta de valor para todos. Como siempre digo: Dejemos que sea el mercado que juzgue la utilidad y valor de Bitcoin. Pero en esencia Bitcoin es amoral.

En Bitcoin lo único que se necesita es descargarse una wallet y empezar a recibir satoshis. Bitcoin no pregunta si eres un terrorista de ISIS o un sacerdote. Bitcoin no discrimina, los Estados si.

Tendencias a futuro

A la larga, si bien es imposible predecir el futuro, la tendencia es que eventualmente el poder de cómputo será distribuído porque los países no se quedarán de brazos cruzados viendo cómo un país, sea cual fuere, obtenga un porcentaje considerable que lleve a realizar un ataque del 51% en su perjuicio.

Un país sancionado como Rusia, y lo digo sin lugar a dudas, le conviene la existencia de Bitcoin. Bitcoin es dinero de enemigos, y en esa carrera «armamentística» de Bitcoin, similar a la tecnología de las bombas atómicas, la carrera espacial y demás tecnologías «peligrosas», no le conviene a la humanidad que ningún país tenga control total de la red.

Es probable que este tópico esté siendo discutido incluso en altos mandos militares, no lo sé. Pero por las noticias que se dan a diario, sé que Bitcoin es un tema que ya no es indiferente a los grandes poderes mundiales.

De todas formas, es importante fomentar, al menos de parte de las personas, no sólo el estudio de Bitcoin, se hace necesario fortalecer la construcción de nodos validadores. Como cierre de este artículo, estoy completamente a favor de que haya una mejor distribución del poder de cómputo de Bitcoin. No importa si se mina en Corea del Norte o Rusia, al final más mineros fortalecen la seguridad de la red, favoreciéndola.

Quizá Bitcoin ya haya logrado su velocidad de escape…