El proyecto de «Ley de Orientación y Establecimiento de la Innovación Nacional para las Stablecoins de USA» (conocida por su acrónimo GENIUS) fue aprobado por el Senado de USA, en una votación de 66 a 32 (con apoyo bipartidista), el pasado 20 de mayo. Actualmente está siendo discutido en el pleno del Senado.
Esta propuesta ley de stablecoins, denominada formalmente como “Stablecoin Innovation Act,” tiene como objetivo establecer una supervisión federal clara para stablecoins algorítmicas y respaldadas por fiat. Muchos analistas sugieren que esta normativa podría impulsar un mercado alcista, de largo plazo, en los activos digitales, una vez que se convierta en ley. Además, El proyecto de ley pretende establecer normas claras para la colateralización (garantías) de las stablecoins y exigir el cumplimiento de las leyes contra el blanqueo de capitales.
La Ley GENIUS puede ser el «primer paso» hacia el establecimiento de un «sistema financiero digital unificado, sin fronteras, programable y eficiente», afirmó Andrei Grachev, socio director de DWF Labs y Falcon Finance.
Este proyecto de ley se sustenta en tres pilares críticos, cada uno con implicaciones técnicas, económicas y geopolíticas. Veamos de qué se trata.
Argumentos que Fundamentan la ley GENIUS
A) Protección al consumidor y estabilidad financiera:
Las stablecoins (como USDT o USDC) mueven billones de dólares diarios, pero su falta de supervisión ha generado casos de insolvencia (ej.: colapso de TerraUSD en 2022). La ley GENIUS exigiría:
Reservas auditables: Garantizar que cada stablecoin esté respaldada 1:1 con activos líquidos (dólares o bonos del Tesoro).
Transparencia: Publicación periódica de informes de reservas.
Las stablecoins son críticas para el ecosistema crypto (representan ~70% del volumen diario en exchanges), pero su naturaleza híbrida (privada en emisión pero pública en uso) ha creado riesgos sistémicos.
Mecanismos propuestos y su fundamento:
Reservas auditables 1:1 con activos líquidos:
Problema actual: Emisores como Tether (USDT) han sido multados por mentir sobre sus reservas (ej.: en 2021, la CFTC demostró que solo el 49% estaba respaldado en efectivo).
Solución legal: Exigir que las reservas sean en dólares o bonos del Tesoro de vencimiento corto (<90 días), evitando crisis de liquidez como la de Silicon Valley Bank.
Auditorías trimestrales por firmas independientes (ej.: las mismas que supervisan bancos), con sanciones penales por falsificación.
Impacto: Se reducirían «corridas bancarias digitales», donde usuarios retiran masivamente stablecoins por temor a insolvencia (como ocurrió con USDC tras el colapso de SVB).
Transparencia en tiempo real:
Ejemplo práctico: Circle (emisor de USDC) ya publica informes mensuales de reservas, pero la ley lo haría obligatorio y estandarizado (formato machine-readable para que cualquiera verifique).
Tecnología subyacente: Uso de oráculos blockchain (como Chainlink) para autenticar datos de reservas sin intermediarios.
Riesgo no abordado:
Las reservas en bonos del Tesoro siguen expuestas a fluctuaciones de tasas de interés. Si la Fed sube tasas abruptamente, el valor de mercado de los bonos caería, poniendo en duda el respaldo «1:1».
B) Competitividad global:
USA busca evitar que la divisa yuan digital (chino) o la UE (con la ley MiCA) lideren la regulación de activos digitales. La ley GENIUS daría certeza jurídica para atraer inversiones.
Escenario geopolítico:
China: Avanza con el e-CNY (yuan digital), que ya permite pagos transfronterizos en Asia y África, evitando el sistema SWIFT.
UE: El reglamento MiCA (vigente desde 2024) exige que las stablecoins emitidas en Europa tengan sede legal en la UE, desplazando a empresas estadounidenses.
Estrategia de USA:
Atraer capitales: Ofrecer un marco regulatorio predecible para que empresas como PayPal (con su PYUSD) o Visa emitan stablecoins sin temor a demandas retroactivas.
Controlar el estándar técnico: La ley podría exigir que todas las stablecoins usen contratos inteligentes compatibles con FedNow (el sistema de pagos instantáneos de la Fed), facilitando su adopción masiva. Esto evitaría que stablecoins extranjeras (ej.: la propuesta BRICS Coin) dominen el comercio internacional.
Debate crítico:
Si la norma es demasiado restrictiva, empresas como Circle podrían trasladar operaciones a Singapur o Suiza, donde las reglas son más flexibles.
C) Integración con el sistema tradicional:
Las stablecoins operan en un limbo, puesto que son usadas como dólares digitales (DeFi o remesas), pero los bancos no pueden custodiarlas ni prestar contra ellas por falta de claridad legal. Así, los bancos ven las stablecoins como competencia (JPMorgan las llama «parásitos monetarios»), pero la ley las convertiría en aliadas.
Así, la ley GENIUS llega con la solución, dado que pone a los bancos como emisores autorizados: Permitiría a bancos tradicionales (como JPMorgan o Bank of America) emitir sus propias stablecoins, respaldadas por depósitos FDIC, fusionando la confianza bancaria con la eficiencia blockchain; También otorgaría acceso a infraestructura crítica para las que stablecoins reguladas puedan conectarse a FedNow (sistema de pagos instantáneos de la Fed), permitiendo liquidaciones 24/7 sin riesgos de contraparte.
Rol de la OCC (Oficina del Contralor de la Moneda) y la Fed: La OCC supervisaría emisores no bancarios (como Crypto.com), mientras la Fed regularía stablecoins emitidas por bancos (el BNY Mellon está probando una stablecoin para pagos institucionales).
Se crearían licencias especiales para fintechs, similares a las de bancos pero adaptadas a modelos crypto.
Mitigación de riesgos sistémicos: Límites a la concentración: Ningún emisor podría controlar >20% del mercado (evitando monopolios como el de USDT hoy).
«Circuit breakers»: Congelación automática de transacciones si una stablecoin pierde su paridad con el dólar >2% en 24h.
Un ejemplo práctico, imaginemos que Bank of America emite su propia stablecoin, que podría usarse para liquidar transacciones internacionales en segundos, compitiendo con Ripple (XRP) pero bajo supervisión federal.
La norma facilitaría que bancos y fintechs emitan stablecoins bajo supervisión de la OCC o la Fed, evitando riesgos sistémicos.
Algo de escepticismo sobre el GENIUS
Los puristas de la descentralización argumentan que esto «banificaría» las stablecoins, eliminando su resistencia a la censura, dado que no se podrían congelar fondos en stablecoins no regulados. Nadie dice que las stablecoins de la ley GENIUS no sean programables para, por ejemplo, imponer un sistema de crédito social local e internacional.
¿Serán las stablecoins, a largo plazo, las temidas CBDC?
Reflexiones Finales
La Ley GENIUS se ocupa de las monedas estables digitales (stablecoins), respaldadas por otra moneda, como el dólar estadounidense o una materia prima como el oro.
Estas monedas estables están diseñadas para ser menos volátiles que otras criptomonedas, que pueden experimentar grandes fluctuaciones de precio y, a su vez, representar dificultades para quienes las utilizan para facilitar una compra o venta.
El proyecto de ley establece normas para los emisores de monedas estables, incluyendo la obligación de que las empresas mantengan una reserva de activos subyacentes a la criptomoneda. Esta estipulación busca proteger a los consumidores, quienes, de lo contrario, corren el riesgo de no poder retirar sus tenencias en caso de una venta rápida y generalizada de monedas.
El proyecto de ley exigiría a los emisores que otorguen prioridad de reembolso a los tenedores de monedas en caso de quiebra. La medida también exige a los emisores que cumplan con ciertas normas contra el blanqueo de capitales y sanciones antiterroristas.
Además, la ley GENIUS pretende ubicarse a la cabeza de los marcos internacionales de uso y circulación de «stablecoins», por delante del e-yuan o la ley MiCA de la Unión Europea.
Muy probablemente, la imposición de stablecoins respaldadas por el dólar estadounidense, haría que la Ley GENIUS presione a los países (principalmente China y la UE) para acelerar la implementación de sus propios sistemas de moneda digital, para evitar el dominio del dólar.
Es cierto que las stablecoins reguladas pueden atraer capital institucional a las DeFi, pero las exigencias de cumplimiento podrían obligar a las plataformas a censurar transacciones o adoptar normas KYC, lo que contradice los ideales de descentralización que fundaron las criptomonedas.
Los usuarios más puristas de las criptomonedas, probablemente rechazarán las monedas estables reguladas, por considerarlas intrusiones centralizadas, redoblando la apuesta por la pureza descentralizada de BTC y otras «cryptos» (como Monero; XMR). Ciertamente, la intromisión de los políticos y las corporaciones financieras globales, están comenzando a levantarse como grandes amenazas hacia el crypto ambiente. Por esto mismo, conviene tener claro lo que se está discutiendo en el Congreso de USA.