
Según los datos de investigación de GWI, Turquía experimentó el mayor crecimiento en la propiedad de criptomonedas, con un aumento del 27.1% desde julio-septiembre de 2021 hasta julio-septiembre de 2022. Argentina y Filipinas también mostraron un crecimiento significativo, con un aumento del 23.5% y 23.4%, respectivamente.
El estudio examinó a personas de entre 16 y 64 años para determinar si poseían alguna forma de criptomoneda. Los resultados revelaron que estos tres países destacaron por encima de otros en términos de adopción de criptomonedas.
Este fenómeno se puede atribuir en gran medida a la alta inflación que enfrentan estos países. En Turquía, la lira turca sufrió una rápida depreciación frente al dólar estadounidense, perdiendo un 44% de su valor. La inflación superó el 30% a principios de 2022 y cerró el año en un alarmante 72.31%. Ante esta situación, los ciudadanos turcos recurrieron a las criptomonedas como una alternativa para proteger su riqueza y participar en el comercio diario, con un volumen promedio de operaciones de $1.8 mil millones.
Argentina también experimentó una inflación desenfrenada, con una tasa del 94.8% en 2022, la más alta desde 1991. La devaluación del peso argentino impulsó a los ciudadanos a buscar refugio en las criptomonedas, y una billetera de Bitcoin se convirtió rápidamente en la aplicación más popular del país.
En Filipinas, la inflación alcanzó el 8.1% en diciembre de 2022, un aumento significativo del 107% en comparación con el año anterior. Este aumento en la inflación llevó a un creciente interés por las criptomonedas como una forma de preservar el valor adquisitivo.
A medida que estos países continúan lidiando con desafíos económicos y altos niveles de inflación, la propiedad de criptomonedas se presenta como una opción atractiva para los individuos en busca de estabilidad financiera y protección contra la pérdida de valor de sus monedas nacionales.