Según Chainalysis, Brasil fue el segundo mercado más grande a nivel mundial en términos de transacciones de stablecoins (monedas estables) en el último año, y los volúmenes de transacciones de monedas estables del país representaron el 59,8% de todo su mercado de criptomonedas.

Brasil registró 90 mil millones de dólares en entradas de criptomonedas el año 2023; quedando  a solo mil millones de dólares por detrás de Argentina.

En ese contexto, Brasil está considerando prohibir los retiros de monedas estables a billeteras de autocustodia, coincidiendo con el momento en que el real brasileño alcanzó mínimos históricos frente al dólar estadounidense.

El 29 de noviembre, el Banco Central do Brasil (BCB; Banco Central de Brasil), emitió una propuesta para prohibir las transferencias de monedas estables como Tether a billeteras privadas (de autocustodia) como MetaMask. La propuesta es parte de un proyecto de regulación y está sujeta a consulta pública hasta el 28 de febrero de 2025.

“Se prohíbe al proveedor de servicios de activos virtuales transferir activos virtuales denominados en moneda extranjera a una cartera de autocustodia”, afirma la propuesta.

Las restricciones propuestas se alinean con el impulso del gobierno brasileño para aumentar la supervisión del mercado cambiario y regular el capital brasileño en el exterior. Según el documento de consulta del BCB, se requiere modificar las resoluciones existentes de 2022 relativas a los proveedores de servicios de activos virtuales (VASP) en el mercado cambiario.

El Banco Central de Brasil propuso específicamente ampliar el alcance del mercado cambiario con actividades que incluyan pagos, ventas, custodia y transacciones de criptomonedas denominadas en moneda extranjera.

Según la propuesta, los proveedores de servicios de activos virtuales (VASP) estarían obligados a proporcionar al BCB información, incluida la verificación del cliente, los valores de las transferencias y otros detalles. Si bien las transacciones de criptomonedas y monedas estables ya están sujetas a controles y monitoreo de KYC (Conoce a su cliente) por parte de los exchanges de criptomonedas centralizados, las billeteras privadas no requieren ninguna información del usuario para depositar o retirar fondos. Este sistema ha operado asídesde el inicio de la cadena de bloques de Bitcoin, sin necesidad de pedir permiso al estado para operar los criptoactivos personales privados. Al igual que las billeteras físicas de dinero de fiato, no se requiere informar al fisco sobre la o las billeteras que una persona puede llevar o dejar en su casa.

Para comprender mejor el fondo de la aspiración del Banco Central de Brasil, por definición, las billeteras autocustodiales o no custodiales (privadas) brindan un método de interacción con criptomonedas, que está asociado con la plena responsabilidad, propiedad y libertad de posesión y disposición de criptoactivos propios y privados. Para los defensores de la autocustodia, existen algunas formas en que los reguladores pueden limitar el uso de billeteras autocustodiales, pero no hay forma de prohibirlas por completo.

Reflexiones Finales

Sin duda, el Banco Central de Brasil tiene las mejores intenciones para proteger a la población. Sin embargo, delegar el control de la custodia de los activos digitales «PRIVADOS» a una clase de burócratas cuestionados por corrupción en los últimos 10 años (no olvidemos que hasta le mismo presidente Lula estuvo preso por corrupción hasta poco antes de la elección presidencial de 2022.

Luego, aceptar tranquilamente que esa misma clase política legisle a favor de tomar el control de nuestros fondos personales privados, reales o digitales, significa renunciar a la soberanía financiera. Llega un punto de inflexión en el tiempo, cuando ya no es posible aceptar mayor intromisión o amenaza a los derechos personales.

Definitivamente, esta materia no es solo concerniente a la sociedad brasilera, sino que es un tema importante para cada sociedad del planeta. La criptoeconomía apareció para proteger los recursos financieros privados de las personas, frente a las amenazas y riesgos que tanto el Estado, las corporaciones bancarias, las instituciones financieras y otro conjunto de gangsters monetarios operan en los países, que abogan por despojar a los ciudadanos de sus finanzas personales y la soberanía monetaria.

Simplemente, la soberanía de la billetera personal no es un objeto de discusión.