Un milagro disfrazado

El medicamento REGN-COV2; desarrollado por la farmacéutica Regeneron, es señalado como el factor clave de la veloz recuperación del Presidente de EE.UU. Donald J. Trump.

Como parte de una carrera vertiginosa, muchos actores del medio ambiente de la investigación y desarrollo para temas de salud buscan un tratamiento efectivo para superar al SarsCOV-2 (publicitado como COVID 19 o virus chino).

Desde el principio se fueron estableciendo diversos tratamientos posibles, aún con la negativa indignada de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la «comunidad científica» en general.

Los tratamientos

Algunos de estos tratamientos tenían a la Hidrorxicloriquina más Zinc y Azitromicina, que promueven los médicos como  Zev Zelenko en USA y Didier Raoult en Francia, por ejemplo. Otros más alternativos, como el tratamiento con dióxido de cloro (CDS) que indica el biofísico alemán Andreas Kalcker.También, otro referido de orden natural como las infusiones de la planta conocida como Artemisa.

Incluso, otro sugerido en un momento, pero que perdió apoyo fue el Remdesivir.

En el caso particular de la Hidroxicloriquina, desde hace muchos meses, en realidad casi desde el comienzo de esta «emergencia global», se fueron acumulando evidencias concretas y contundentes sobre la necesidad de incluir este medicamento.

El mundo enfrenta la peor crisis «integral», acaso desde la Segunda Guerra Mundial o la Gran Depresión de 1929.

Durante todo el 2020 se ha desarrollado una verdadera sinfonía del terror, que ha llevado a políticas concertadas por los gobiernos, aplicando encierro masivo (lockdown) a la población sana, Los organismos internacionales de cuanta disciplina existe se sumaron rápidamente a esta locura global de congelar y/o romper cadenas logísticas, económicas, financieras, productivas, de servicios y un extenso etcétera. Como si fuera poco, la prensa masiva que produjo miles y millones de horas de programación (y lo sigue haciendo) para aterrorizar aún más a la población cautiva, sin trabajo y sin ingresos.

Los países en shock de oferta y demanda han tenido que arrodillarse ante el FMI, bancos y otros organismos de Financiamiento internacional para aceptar condiciones brutales que les permitan recibir paquetes de ayuda monetaria de emergencia.

El mundo colapsó.

Es curioso que la rápida recuperación de salud del Presidente Trump por causa del milagro contra del C19 haya ocasionado poco entusiasmo, en circunstancias que varios Jefes de Gobierno ya lo habían padecido y mejorado en estos meses. Por citar algunos casos: Boris Johnson (Primer Ministro Británico) o Jair Bolsonaro (Presidente de Brasil).

Y una larga lista de cantantes, actores, futbolistas, tenistas, basquetbolistas, empresarios, médicos, en fin, gente común y corriente que se contagió y se recuperó en días o un par de semanas.

Parce que el mundo necesitaba un milagro.

FOTO: Imagen tomada desde video de Divulgación Total canal de youtube.

El REGN-COV 2 se basa sobre plasma convaleciente. Consiste en la extracción de sangre desde personas que se han recuperado de la enfermedad y tiene los anticuerpos para tratar a nuevos pacientes. Con el REGN-COV 2 se traspasan los anticuerpos directamente para que la persona no tenga que fabricarlos. Luego de la vacunación, los anticuerpos bloquean la entrada del virus en las células, para neutralizar la infección.

TO MY FAVORITE PEOPLE IN THE WORLD! pic.twitter.com/38DbQtUxEu

— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) October 8, 2020

El Presidente Trump está muy impresionado con la capacidad del medicamento. No se ha detenido en elogiar y reconocer las cualidades del tratamiento, dando testimonio digno de haber vivido un milagro disfrazado. Al punto de pensar en distribuirlo en forma gratuita a todo ciudadano de Estados Unidos que lo requiera, una vez que la etapa de investigación haya sido completada y aprobada por la FDA.

Si el tratamiento con REGN-COV 2 es altamente efectivo para tratar el C19 significa la mejor noticia que el mundo pudo recibir en todo el 2020. Es decir, los gobiernos de los países pueden comenzar a reservar las millones de dosis para la protección de sus habitantes.

Ya es una carrera frenética contra el calendario por retomar el orden sociopolítico, sanitario y económico a lo largo y ancho del planeta.

Señoras y Señores, estamos en presencia de la mejor cura contra el SARSCoV 2 que se ha visto.

Los gobernantes tienen ahora la presión de elegir entre el estiramiento de un elástico sin sentido por parte de la OMS/ONU, por un lado. O bien, apostar por la reconstrucción y levantamiento rápido, eficiente y efectivo de todas aquellas actividades y vidas que han sido destruidas bestialmente por un virus que no respondió a la campaña del terror de Estados ni prensa masiva.

El gran legado de esta amarga experiencia global fue que las medidas de los burócratas de la dictadura sanitaria fueron más perversas que la acción del virus.

Un punto de inflexión

Este milagro da razón y sentido a los movimientos como Médicos por la Verdad, en América y Europa, por ejemplo.

El mundo está viendo su liberación de este yugo totalitario, que ha mantenido a su población al borde de la asfixia física y mental, como efecto de la indolencia inconsciente de un ejército transnacional de burócratas que han hecho lo posible por fastidiar cada detalle de la vida de las personas, encerrándolas en cuarentenas que duran 180 días; obligándolas a permanecer aislados de seres queridos; usando mascarillas y provocando graves problemas de salud.

Extender los encierros o crear segundos brotes, significa pensar en crímenes de lesa humanidad que los Estados terroristas acometen contra los seres humanos. ¡Esperamos un milagro!

Durante todo el 2020 los Estados y prensa han vociferado hasta la desesperación la necesidad para esperar una vacuna milagrosa que «libere a la humanidad» de este monstruoso flagelo.

Prácticamente todas las vacunas propuestas, como la famosa vacuna de Oxford, son acusadas de contener «instrumentos» que buscan vulnerar la salud y derechos de las personas.

Una de las más férreas detractoras de estas vacunas es la doctora Carrie Madej en EE.UU, quien no ha parado de realizar diversas denuncias en contra de esta planeada invasión orgánica. Del mismo modo, en América del Sur, la doctora argentina Chinda Brandolino ha gritado a los cuatro vientos, por los abusos que se están cometiendo y por un futuro más sombrío, en caso de que los Estados sigan con la profundización de esta agenda siniestra.

Si, el mundo necesita un milagro superior.