La forma en que las fuerzas del orden hablan de las criptomonedas y tratan a los usuarios de las mismas está cambiando. El Servicio Secreto de los Estados Unidos ha lanzado un centro de concienciación sobre las criptomonedas con un cursi vídeo de servicio público.
La herramienta educativa pretende combatir el «uso ilícito de los activos digitales, así como proporcionar información de concienciación pública sobre la seguridad de los activos digitales y cómo garantizar su seguridad».
El director adjunto de la Oficina de Investigaciones del Servicio Secreto de EE.UU., Jeremy Sheridan, dijo que el centro se centra en «la investigación de delitos financieros». Su objetivo es «identificar, arrestar y procesar a aquellos que participan en delitos relacionados con activos digitales». No obstante, es fundamental señalar que el lenguaje y el tono utilizados en relación con la criptomoneda son positivos.
El sitio web de lanzamiento admite que «las monedas digitales y las criptomonedas siguen siendo formas de pago cada vez más populares», de ahí la necesidad de que el Servicio Secreto esté a la altura de las circunstancias.
El lanzamiento del centro de concienciación sobre las criptomonedas se produce dos años después de que el Servicio Secreto fundara el Grupo de Trabajo sobre Cibercrimen Relacionado con las Finanzas. La primera iteración de las actividades relacionadas con la criptomoneda se limitó a mostrar su preocupación por las formas en que las criptomonedas podían utilizarse para realizar transacciones ilegales en línea.
En lo que podría ser una pequeña victoria para la comunidad de la criptomoneda, el sector podría finalmente desprenderse de su reputación de ser un refugio para la ciberdelincuencia y la actividad ilícita. La criptodivisa solía estar reservada a los delincuentes de Silk Road y a los consumidores de drogas.
Sin embargo, en 2022, el Servicio Secreto admite que:
«Las inversiones y transacciones que utilizan criptodivisas y activos digitales no son inherentemente criminales».
En términos generales, el uso de criptodivisas en una cadena de bloques transparente y con respaldo tiene poco sentido para la actividad financiera ilícita debido a la forma en que las cadenas de bloques pueden ser fácilmente monitoreadas y rastreadas. La historia de Bitfinex, digna de Netflix, que involucra a criminales improbables, dejó este punto muy claro: es muy difícil lavar dinero usando blockchain.
En última instancia, si la gente quiere que le paguen por hacer cosas malas, sigue siendo mejor coger el dinero en efectivo.