El desastre de los premios Oscar

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Los Oscar de anoche fueron una completa debacle, ya que 13,75 millones de espectadores menos vieron frente al año pasado, una disminución del 58,3%.

Más a través de Variety:

Según las cifras nacionales preliminares de Per Nielsen Live + Same Day, un promedio de 9,85 millones de espectadores sintonizaron el domingo por la noche para ver una versión más íntima y simplificada de los Oscar en medio de una pandemia.

Eso es un 58,3%, una caída de 13,75 millones de espectadores con respecto al año pasado. El tercer programa consecutivo sin presentadores de la Academia obtuvo una calificación de 1.9 entre adultos de 18 a 49 en las calificaciones nacionales rápidas, una caída del 64.2% desde 2020.

A modo de comparación, la ceremonia del año pasado obtuvo una calificación de 5.3 en el grupo demográfico clave y 23.6 millones de espectadores según las listas nacionales rápidas ajustadas por la zona horaria de la noche.

Los Oscar en 2019 obtuvieron una calificación de 7.7 en adultos de 18 a 49 años y 29.6 millones de espectadores. Si bien aumentó un 12% con respecto a 2018, esa cifra de audiencia representó la segunda audiencia más pequeña para una transmisión de los Premios de la Academia en ese momento. 2018 arrojó el recuento de audiencia más pequeño anterior con 26,5 millones de espectadores.

Uno se da cuenta de que es pésimo cuando Chuck Schumer demuestra su apoyo por la Academia.

Según el productor Steven Soderbergh, director de «Traffic» y «Eric Brockovich», el evento obtuvo «1 estrella».

«La noche fue casi sin parar, sin humor y un formato que probó incluso la capacidad de atención más resuelta», dijo, según el NY Post.

Por supuesto, gracias a la pandemia, Hollywood ha estado plagado de reveses en la producción y una taquilla muerta durante la mayor parte de un año.

Esto va en perfecta resonancia con el artículo: «Hollywood se muere y a nadie le importa» donde se explica la falta de creatividad y el poco interés que tienen los actores por reflejar un espíritu apasionante que cautive a su público, más bien, se ha convertido e n un show dictatorial donde queda actor quiere opinar sobre cosas que no les debería importar con un pequeño toque dictatorial. 

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